A través de su escuela de Ingeniería Industrial, la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana, fabricará protectores faciales con la ayuda de una impresora 3D, los cuales serán donados en los llamados “hospitales centinelas” de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar. Esto, con el fin de reforzar el protocolo de protección del personal que atiende a los pacientes contagiados con el COVID-19 y contribuir con la demanda creciente de insumos médicos en los centros de salud pública de la región.

La iniciativa de apoyar al personal sanitario con la producción de Equipos de Protección Personal (EPP) es un movimiento voluntario mundial y llegó a la UCAB Guayana a través del egresado de la escuela de Ingeniería Industrial (2014) Ives Lisis, quien conoció el proyecto en España y lo compartió con profesores y compañeros, a fin de darle una utilidad oportuna y valiosa a la tecnología disponible en el campus, en este tiempo de emergencia social.

Lisis fue el benefactor que donó la primera impresora 3D a la universidad, en enero de 2019, para apoyar el ingenio de las presentes y futuras generaciones de estudiantes, poniendo en evidencia la formación ignaciana recibida y el compromiso voluntario de colaboración que se crea entre sus egresados y la UCAB Guayana. “Ahora es el momento perfecto de usar la tecnología, para generar un beneficio colectivo haciendo unos pocos clics”, expresó Lisis.

Protección sustentable con sello ucabista

Cónsonos con la dimensión sustentable que caracteriza a la UCAB, los protectores faciales están siendo fabricados a partir de la reutilización de láminas de acetato provenientes de carpetas transparentes, donadas por el Colegio Loyola-Gumilla y la escuela de Ingeniería Industrial de la UCAB Guayana; mientras que las ligas fueron suministradas por las unidades administrativas de la casa de estudios universitarios.

Asimismo, el plástico PLA que se utiliza en la producción del soporte de las caretas es un termoplástico biodegradable, hecho a base de elementos naturales como el almidón de maíz y la caña de azúcar. De tal manera que una vez desechados, estas piezas no causarán ningún daño al ambiente.

Este proyecto se ejecuta con recursos propios de la casa de estudios, donaciones y el trabajo voluntario de un equipo conformado por Munir Schmait, estudiante de décimo semestre de Ingeniería Industrial; Luisa Vera, directora de la Escuela; Julio Hernández, coordinador académico; y el respaldo del padre Arturo Peraza s.j., vicerrector de la Extensión ucabista de Guayana.

“Además de la asesoría de Ives Lisis sobre el proceso, recibimos la donación de un kilo de plástico PLA que nos permitirá imprimir de seis a ocho bases de caretas diarias, para un total de treinta unidades; mientras que el ensamblaje con acetatos y ligas puede tomar tres días más”, estimó la ingeniera Luisa Vera.

“La UCAB Guayana se ha mostrado a la altura de esta situación”, asegura el ingeniero ucabista Ives Lisis,  quien apoya la iniciativa desde Madrid (España), donde reside desde hace tres años. “Es increíble su capacidad de coordinación, para que en solo tres días ya pusieran en marcha la impresora y todos los recursos necesarios, logrando la fabricación de la primera pieza que, en mi opinión, fue un éxito”.

Ingeniería en tiempos de crisis

Josef Prusa, creador de la primera impresora 3D y dueño de Prusa Research, diseñó el primer modelo de Equipo de Protección Personal (EPP) y lo compartió libre de derechos de autor en las plataformas en línea de impresión 3D, para que cualquier organización o particulares pudieran usarlo. La UCAB Guayana eligió este prototipo después de hacer varias pruebas y verificar el proceso más eficiente, sustentable y amigable con el ambiente.

La impresora 3D fabrica objetos en tres dimensiones a partir de la manufactura aditiva; es decir, agregando capas muy finas de material (plástico fundido), sobrepuestas hasta completar la pieza. Estas impresoras usan filamentos de plástico o termo-plástico: PLA, ABS, TUVALU y nailon, entre otros.

El diseño de las caretas protectoras para el personal sanitario seleccionado por la universidad consiste en una base fabricada con impresión 3D, utilizando plástico PLA. Una vez impresa la base, se ensambla en ella una lámina de acetato y finalmente se coloca una elástica que permite ajustar el protector facial a la cabeza del usuario.

Un médico que se contagia es un médico que dejará de atender a miles de pacientes, no solo los afectados por coronavirus, sino la atención primaria, emergencias y casos crónicos que llegan a los centros de salud. En este sentido, la UCAB Guayana articula conocimiento, tecnología y compromiso social en la fabricación de un equipo de protección que no sustituye a la mascarilla de tela, pero sí refuerza las barreras para disminuir el riesgo de contagio por exposición de los “héroes con batas blancas” que están haciendo frente a la pandemia en la región.

 Coordinación de Comunicaciones UCAB Guayana