Las intervenciones psicológicas grupales marcaron la pauta del accionar de la UPLA en los últimos 12 meses pese a los prejuicios de las personas hacia este tipo de terapias, pero se han mantenido y esperan reforzarse para el próximo período gracias a alianzas estratégicas que se han consolidado este año

Con el cierre del período 2023-2024, la Unidad de Psicología Luis Azagra, S.J. (UPLA) de Extensión Social, culmina un año de trabajo intenso en el que destacó la ampliación de la red de aliados y las intervenciones con la comunidad a través de terapias grupales, un método que se intenta de fortalecer.

Así lo indicó la psicóloga Elsa Fernández, coordinadora de Psicología Escolar de UPLA, quien destacó la importancia de las intervenciones grupales hechas en los últimos 12 meses mediante iniciativas como ‘Grupos de Docentes’, ‘Grupos de Padres’ y las ‘Jornadas de Bienestar Psicológico’, mediante las cuales se ha podido dar atención psicológica o herramientas prácticas a decenas de participantes.

A pesar de sus recursos limitados, el equipo de UPLA hace los esfuerzos necesarios para incrementar su alcance tanto como sea posible y abordar las principales necesidades de sus beneficiarios, por lo que divide sus atenciones en grupos de personas con solicitudes específicas y colabora con la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias de Extensión Social para identificar poblaciones comunitarias compatibles con las atenciones.

Uno de los puntos focales de este año fue la atención y prevención del suicidio. Al incremento sustancial de casos que se ha registrado en los últimos años, se suma el diagnóstico hecho en colegios aliados y comunidades aledañas a la UCAB. Por eso, la XIII Jornada de Bienestar Psicológico se centró en este tema.

“Este año, el tema fue el suicidio porque había preocupación en colegios ante chicos que presentaban síntomas de ideación suicida, además de casos de suicidio. Los resultados de Psicodata también nos dieron insumos. En vista de esta necesidad, se hizo un taller con docentes y otro con adolescentes, además de actividades con familiares de víctimas de suicidio y una pequeña intervención a personas con ideación suicida”, relató Fernández.

(Ver también: UPLA orienta a docentes y adolescentes en atención y prevención del suicidio)

Si bien es cierto que las intervenciones puntuales y los talleres no pretenden solucionar el problema de la noche a la mañana, los profesionales de UPLA consideran menester hablar sobre el tema y promover la salud mental como un paso fundamental para la prevención del suicidio.

Es por eso que, en aras de la promoción del bienestar psicológico, se hizo un amplio trabajo a lo largo del año con los grupos de docentes y de padres. En esta ocasión, UPLA optó por un enfoque distinto al de períodos pasados, en los que convocaban a un mismo grupo de personas y daban acompañamiento durante al menos un semestre. Ahora, en cambio, se abren distintas convocatorias y se abordan las temáticas en dos, tres o cuatro sesiones grupales.

“Este año organizamos los grupos por módulos, y en cada uno trabajamos un tema diferente. Los temas salen de lo que nos dicen los docentes y su finalidad es promover la salud mental del docente y otorgarle herramientas para el trabajo con estudiantes. Si tenemos docentes sanos mentalmente, van a trabajar mejor”, destacó la psicóloga clínica.

Alianzas para multiplicar el impacto

Para continuar con esa línea de la promoción de la salud mental con el mayor alcance posible, UPLA ha establecido y fortalecido alianzas con actores internos y externos a la universidad, lo que ha permitido multiplicar los resultados de sus iniciativas.

Es así como la unidad acabó trabajando de la mano con la Red Apostólica Ignaciana de Caracas, con acciones específicas en La Casa de Los Muchachos, con sede en La Vega, donde se hicieron intervenciones con docentes, adolescentes y sus padres, además del personal que asiste a los jóvenes.

“Dimos herramientas sobre tareas dirigidas, cómo respetar los tiempos de los estudiantes y enseñar a comunicarse con ellos, así como el control emocional de niños y facilitadores; con los adultos, trabajamos con el burnout, la regulación emocional y la gestión en crisis. En general, su bienestar psicológico; y con los adolescentes se trabajó en sus proyectos de vida”, detalló Fernández.

Gracias a la Red Católica Ignaciana de Caracas, UPLA incrementó su alcance, no solo por las personas que intervino directamente a través de la alianza, sino además porque de esta experiencia se detectó la necesidad que manifestaron los participantes en hacer talleres sobre salud sexual y reproductiva, que se aplicaron con miembros de la comunidad de La Vega.

En ellos, el equipo de UPLA hizo una intervención grupal en la que se explicaron conceptos como sexualidad, roles de género y autoaceptación, con énfasis en ofrecer herramientas para prevenir la violencia basada en género y la discriminación por preferencias sexuales. Este tipo de acciones pueden ser claves para disminuir brechas de género y promover los derechos de las minorías, como la comunidad LGBT+.

Otra de las alianzas exitosas del período se concretó con el ARI Móvil, una iniciativa de medios independientes venezolanos que busca acabar con los “desiertos informativos” llevando noticias e información periodística a las comunidades. El camión se instaló en el Parque Social Manuel Aguirre, S.J., y conversó con los psicólogos de la unidad.

En la entrevista, publicada en los medios que conforman la Alianza Rebelde Investiga (ARI): TalCual, El Pitazo y RunRunes, se hizo énfasis en el burnout como uno de los principales problemas de bienestar psicológico que afrontan las comunidades aledañas a la UCAB, especialmente por parte de líderes comunitarios. En este sentido, se ahondó en algunas recomendaciones y se compartieron contactos de ayuda psicológica gratuita.

El tema de esa entrevista surgió de un estudio realizado por el equipo de investigación de UPLA, que detectó esta situación en las comunidades que atiende la unidad. “En esa investigación se encontró una tendencia a decir ‘yo puedo’ y olvidarse de todo lo demás, de encerrarse en el trabajo para obviar los problemas de la casa y no considerar importante la recreación”, resumió Fernández.

(Ver también: El «burnout» en los líderes comunitarios fue el tema principal de la XII Jornada de Bienestar Psicológico de la Unidad de Psicología Padre Luis Azagra, S.J.)

Innovación en marcha

Las alianzas internas también son fundamentales para UPLA, por eso hubo una colaboración importante con el Centro de Innovación Educativa (CIED) durante el período de gestión.

Debido a que el CIED imparte diplomados, formaciones y capacitaciones a niños, adolescentes y docentes, UPLA aprovecha la disponibilidad de estas poblaciones para ofrecer herramientas psicológicas, especialmente a los docentes, y promover la salud mental.

A pesar de que la alianza se estableció hace más de dos años, en los últimos meses se fortaleció gracias a un acercamiento al programa de robótica educativa del CIED. Fernández relata que uno de los niños que atienden en UPLA vio las prácticas de los estudiantes que forma el CIED y preguntó si podía aprender de robótica, con lo que el joven empezó a aprender por curiosidad y acabó desarrollando mejoras evidentes en las intervenciones psicológicas.

A raíz de este éxito accidental, los psicólogos de UPLA solicitaron al director del CIED, Eduardo Cantera, una integración de sus jóvenes en las clases de robótica con la finalidad de trabajar en ciertos aspectos, como en el desarrollo de habilidades sociales, la tolerancia a la frustración, la atención, la concentración, la planificación y la resolución de problemas.

“Hubo avances en términos de relaciones sociales, de entender que está bien equivocarse, mejorando la atención, la planificación y la resolución de problemas. No fueron avances tan grandes porque no planificamos demasiadas sesiones, pero se notó el cambio. Estamos planificando para ver cómo continuamos con el proyecto el próximo período”, indicó.

En esta cooperación participaron también estudiantes de ingeniería y de psicología que cumplen sus horas de servicio comunitario, asumiendo roles de auxiliares.

Según Fernández, dar continuidad a las intervenciones psicológicas a través de la robótica es una de las prioridades para UPLA de cara al próximo período, al igual que reforzar y promover las terapias grupales, que van a marcar la pauta de los planes de la unidad en los próximos meses a través de talleres, grupos temáticos y jornadas de bienestar psicológico.

“Estamos enfocados en hacer más grupos. Eso implica concientizar a la gente de que los grupos funcionan, porque hay mucha resistencia a las terapias grupales. Queremos trabajar con la salud mental como estrategia para prevenir el suicidio”, apuntó la psicóloga.