Como lo demuestra haber fundado la sede de la UCAB en Guayana, la extensión de la UCAB en Coro y el Parque Social Manuel Aguirre, S.J., el aporte de Luis Ugalde, S.J., al sistema educativo nacional tiene un peso invaluable. A sus 86 años, sigue promoviendo su visión sobre una educación integral, vinculada estrechamente con el compromiso social, y hace creer que la reconstrucción del país es posible, un sueño que sigue presente en este 25° Aniversario del Parque Social Manuel Aguirre, S.J.

Luis María Ugalde Olalde, S.J. (País Vasco, 1936). Se trata de una de las figuras más resaltantes en la historia de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), un jesuita que pone en práctica el lema ignaciano ‘amar y servir’ en todo lo que hace, un visionario que enalteció la educación venezolana y que profundizó el protagonismo de la UCAB, no solo como una institución educativa, sino como un ente con participación en la construcción del país mediante la articulación con las comunidades y las empresas.

Nació en Guipúzcoa (País Vasco, España) en 1936. En su juventud se ordenó como sacerdote e ingresó en la Compañía de Jesús. Con tan solo 18 años, tras postularse como voluntario, viajó a Venezuela y emprendió su destacable formación académica.

Se formó en distintos ámbitos y lugares con mucha rapidez. En un abrir y cerrar de ojos, había conseguido licenciaturas en Filosofía en Letras, en Sociología y en Teología, además de una Especialización y una Maestría en Historia Económica y Social de Venezuela, junto a un doctorado en Historia, con diversos estudios realizados en Colombia, Alemania y Venezuela.

Con el paso del tiempo, sería reconocido como uno de los académicos más importantes del país, un estatus que le llevó a asumir posiciones de liderazgo en la escena pastoral y educativa del país.

Entre 1976 y 1979 fungió como director de la Revista SIC, posición en la cual empezaría a destacar en el ámbito editorial, una faceta que años después, en 1997, le valdría para obtener un Premio Nacional de Periodismo.

Desde 1979 hasta 1985 se desempeñó como Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, encabezando la obra jesuita en Venezuela. En paralelo, a partir de 1982 y hasta 1986, también asumió la presidencia de la Conferencia de Religiosos de Venezuela.

No fue sino hasta 1986 que inició su vínculo con la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), al ser designado como vicerrector académico de la institución. Cuatro años más tarde pasó a ser rector, una posición que mantendría durante 20 años.

A pesar de su larga lista de cargos de responsabilidad dentro de la Compañía de Jesús, dirigir la universidad fue el rol más destacado. Su gestión se caracterizó por la ampliación modernización y expansión de la UCAB, no solo de sus espacios físicos, sino también de su operatividad. Por su destacada labor, se le otorgó también la tarea de presidir la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), entre 1999 y 2009.

Construyendo país desde la UCAB

Durante los cinco períodos rectorales que acumuló Ugalde, la UCAB estampó su sello en el interior de Venezuela, concretamente en Coro, con una extensión, y en Guayana, con una nueva sede. En el caso de esta última, contaba con un novedoso y amplio campus, además de seis carreras de pregrado con las que se pretendía apostar por el desarrollo del sur del país.

Como parte de esa apuesta, Ugalde se casó con la idea de «rescatar lo público», articulando a la universidad como una promotora de cambio social a través del impacto en el individuo, en aras de que cambie sus actitudes y apunte a una mayor participación en sus comunidades, con la idea de que puedan tener una mayor autonomía y dejar de lado su dependencia de un Estado que no satisfacía sus necesidades. De esta idea nació el proyecto del Parque Social Manuel Aguirre, S.J., impulsado con la ayuda del entonces director de Proyectos, Luis Azagra, S.J.

«Se trata de que esta sociedad deje de considerarse llevada en brazos y sin costos, por el Estado petrolero, y pase a ser ella la que asume el Estado y la gestión eficaz de los servicios públicos. El proyecto que presentamos se ubica en este enfoque de rescate de los servicios públicos por medio del cambio de actitudes de la población y de su participación creciente en la autogestión. Está dirigido fundamentalmente a los servicios populares de salud y de educación y propone una confluencia y sinergia de lo privado y lo estatal en lo público», argumentó Ugalde al presentar la idea públicamente.

Los tocayos no tardaron en actuar e hicieron todas las gestiones necesarias para acelerar la construcción del parque, frente a la UCAB, a la que se accedería a través de la pasarela que atraviesa la Avenida Teherán en Montalbán.

En 1999 el proyecto se había convertido en una realidad y el Parque Social Manuel Aguirre, S.J., abrió sus puertas al público con el Centro de Salud Santa Inés ofreciendo servicios de salud a costos accesibles, y con el Centro de Educación Comunitaria estableciéndose como centro de operaciones del vínculo entre la comunidad ucabista y las comunidades aledañas.

Ugalde aprovechó la relación que se había establecido con las comunidades a través del trabajo de la Dirección de Proyección Comunitaria de la universidad, además de la propia cercanía de los jesuitas en las comunidades de Antímano y La Vega, habiendo vivido él mismo en este sector, donde evidenció de primera mano los problemas y necesidades de los habitantes.

Un pilar fundamental de la visión de Ugalde guardaba relación con los estudiantes. Las carreras de la UCAB, y los profesionales que formaban, no podían hacer la vista gorda a las comunidades que tenían al frente. Todas las escuelas de la universidad tenían que contemplar esta realidad e incorporarla dentro de sus objetivos a la hora de formar jóvenes que, no solo tuviesen amplios conocimientos sobre sus áreas de estudio y solvencia técnica en sus labores, sino que además desarrollaran conciencia social. Para Ugalde, ese es el camino para formar un mejor país.

«Que cada facultad y cada escuela se ubique en el parque social y de ahí irradie en los barrios. Eso es el Centro de Educación Comunitaria. Hay también la finalidad de formarse colaborando con la gente, aprendiendo con la gente. Las necesidades de la gente en las áreas que la universidad tiene en servicios y carreras se encuentren, y también que el estudiante no se forme para un país que no existe, sino que se forme para este país concreto con unas necesidades concretas», reflexionó en una entrevista realizada por el 25° aniversario del Parque Social Padre Manuel Aguirre, S.J.

Después de crear y acompañar estos proyectos, Ugalde dejó el rectorado de la UCAB en 2010. 15 años después, mencionar su nombre en los pasillos de la universidad sigue iluminando los rostros de los profesores y del personal obrero y administrativo que trabajaron bajo su guía.

Un enamorado de la Academia

Aunque sus aportes sociales más nombrados tengan que ver con la UCAB, sus reconocimientos se pierden de vista. Cuenta con un extenso recorrido en el ámbito de la docencia, con experiencias en el Instituto de Teología para Religiosos, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad del Zulia y en la propia UCAB; y ha sido un prolífico investigador, articulista y escritor, habiendo publicado más de 30 libros hasta la fecha.

Su incansable labor ha tenido reconocimiento del más alto nivel, tanto nacional como internacionalmente. Por este motivo, es Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela, así como de la Academia Nacional de la Historia. Se le otorgó doctorados Honoris Causa de la Universidad Centroamericana de Nicaragua, la Universidad de Los Andes ULA en Venezuela y el Sistema Mexicano de Universidades Jesuitas.

Actualmente, a sus 86 años de edad, sigue reflexionando sobre el futuro del país y el rol de la educación, y más concretamente de la UCAB, en esa reconstrucción a la que tiene que apuntar la sociedad venezolana.