Como parte de la Cátedra de Identidad, Liderazgo y Compromiso, el Centro de Innovación Educativa (CIED) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) impulsa actividades de reforzamiento en habilidades verbales y cálculo para complementar el aprendizaje de los estudiantes de primaria de las escuelas aledañas a la universidad.

Esta iniciativa nació como parte de los proyectos pedagógicos de Extensión Social-UCAB y luego pasó a manos del CIED-UCAB, centro que actualmente se encarga de coordinar las actividades y preparar a los alumnos que impartirán las clases en las instituciones educativas.

Catherine Arocha, coordinadora del área de formación del centro de innovación educativa de la UCAB y responsable del programa, considera que estas actividades de reforzamiento escolar son necesarias ya que “los docentes carecen de estrategias para la enseñanza de las áreas básicas, de lenguaje y de matemáticas, y muchas veces están limitados por los recursos, con los cuales tampoco cuentan”.

Arocha subraya que uno de los objetivos de esta iniciativa pasa por dotar a los docentes de herramientas tanto materiales como pedagógicas para que estén mejor preparados para la enseñanza y puedan transmitir ese aprendizaje a los alumnos. “Tanto los niños como los docentes siempre nos reciben con mucha expectativa. Ellos esperan que nosotros colaboremos y les enseñemos. Las maestras siempre están atentas a las actividades que hacemos. Si ellas no pueden estar presente cuando dictamos las clases, siempre nos preguntan sobre qué recursos utilizamos y cómo los utilizamos”, preciso Arocha.

Sobre la situación actual del sistema educativo venezolano, Arocha enfatizó que “lamentablemente tenemos muchas deficiencias; eso lo hemos visto en todas las instituciones que hemos visitado. En las asignaturas de lectura, escritura y matemáticas tienen muchísimas deficiencias. Tenemos alumnos hasta de sexto grado que no saben leer. En esto también influye el éxodo de los maestros de los planteles, ya que las personas que quedan a cargo de la enseñanza son personas de la comunidad que no tienen las herramientas pedagógicas para enseñar”.

Debido a esta situación, el CIED-UCAB, de la mano de la Cátedra de Identidad, Liderazgo y Compromiso, se sirve de los estudiantes de los primeros semestres para tratar de compensar las deficiencias en la educación primaria, a la par que sirven de puente para que los alumnos conozcan los retos de no tener accesos en un país como Venezuela.

Andrea Rodríguez, estudiante de segundo semestre de Psicología y alumna de la Cátedra de Identidad, Liderazgo y Compromiso, expresó que participar en este tipo de iniciativas al inicio de su carrera “les ayuda a ser conscientes de otras realidades”. Además destacó que tener interactuar con la comunidad los dota de herramientas para acercarse a las personas.

Rodríguez enfatizó que es importante que como estudiantes de la UCAB le presten servicios a comunidades menos favorecidas ya que “hay niños de siete años que aún no saben leer y escribir”.

Por su parte, Germán González, estudiante de segundo semestre de Economía, destacó que los niños “tienen mucha hambre de conocimiento, por lo que es fácil enseñarles. Es importante enseñarle a los niños maneras de aprender para que ellos puedan utilizar esos recursos a futuro en diferentes áreas”.

Alejandra Montilla, estudiante de Psicología y alumna de la cátedra, expresó que tener este tipo de materias dentro de su pensum es sumamente valioso ya “que les da una visión a los estudiantes de lo que hay más allá de las puertas de la universidad, ya que nos saca de nuestras burbujas y vemos directamente a las personas que le vamos a servir”.

Las Cátedras de Identidad, Liderazgo y Compromiso I y II están dirigidas al desarrollo de las competencias básicas necesarias para el desempeño exitoso en la Universidad y la formación integral de los estudiantes. Es por ello que buscan sentar las bases que favorezcan las condiciones de posibilidad para una prosecución efectiva académicamente, identificada institucionalmente y socialmente responsable.

♦ Texto y fotografías: José Gregorio Bello