Vecinos organizados y la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) recuperaron la cancha deportiva del liceo de Fe y Alegría San José Obrero, en el sector La Colmena, de Antímano. En la fase final de la obra, la organización no gubernamental Caracas Mi Convive aportó asesoría técnica para eliminar grietas y pintar la cancha
Caracas. “Hoy vemos un sueño hecho realidad. Hasta hace poco en La Colmena veían al liceo, y a la UCAB, como un patrimonio de la parroquia, como algo distante, algo inalcanzable. Este proyecto de recuperación de la cancha, que se logró con la universidad, la Embajada de Alemania y Mi Convive, nos permitió cumplir el sueño de abrir las puertas del colegio a la comunidad. Ahora somos dos en uno: comunidad y colegio”.
Con estas palabras Guadalupe Uzcátegui, vecina del sector Germán Rodríguez y personal del liceo de Fe y Alegría San José Obrero, expresó su satisfacción por la inauguración de la cancha deportiva en el liceo. La obra se ejecutó con recursos provenientes del gobierno de la República Federal de Alemania, a través de la Fundación Konrad Adenauer Stiftung. Después de meses de rehabilitación del espacio público, la comunidad ve realizado un sueño.
Eduvigis Sánchez, socióloga de la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), enfatizó en que el proyecto de formación se inició con 20 personas en Antímano en el 2020. Al cumplir dos años de actividades, quedaron Guadalupe Uzcátegui, Angy García, Kareinis Martínez, Elian Gómez, Betty Landaeta y Cindy.
Trabajo en equipo
En una labor conjunta, vecinos y la UCAB repararon simultáneamente tres canchas de los sectores La Batea de Germán Rodríguez, así como La Colmena y La Sequia de La Cumbre.
Fue un camino con muchos aprendizajes. Estuvieron al pie del cañón todo el tiempo, agradecidos con ellos como protagonistas, los que se sumaron, agradecimiento por la confianza en la Católica”.
El profesor Luis Blanco, fundador del liceo en el año 1989, recordó que en esa época, cuando comenzaron las gestiones, el terreno que hoy ocupa la cancha orgullo de la comunidad era un basurero. En el área las aguas servidas corrían libremente. En 1994, la extinta Gobernación del Distrito Federal pavimentó el suelo sin demarcar las líneas. Eso se hizo después con donaciones provenientes de Europa.
“Este ha sido un evento super importante porque esto era un tierrero y hoy vemos una cancha renovada, una cancha con un espíritu juvenil, que invita a participar en ella, a mantenerla y cuidarla. Creo que hoy, por el día 19 de abril, es más que oportuno, porque realza un poco la razón de ser del venezolano. Agradezco a las personas de la UCAB, a Mi Convive porque nos están dejando un tesoro que tenemos que conservar y cuidar”.
El acto de inauguración de la cancha se inició con el corte de una cinta. Luego se celebró una misa, oficiada por el Padre Jonathan González. El acto cerró con la presentación de la Banda Show conformada por muchachos del sector.
Beneficio compartido
Rafael Peña, director del liceo San José, se refirió a la alianza que se ha logrado con la UCAB durante varios años. Destacó la formación que han recibido en las áreas salud, cultura y la inclusión de la cancha del plantel en el proyecto Rescate, por derecho a vivir en democracia, mediante el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil. En ese sentido, resaltó la formación de capacidades ciudadanas a cargo de la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias. Agradeció el apoyo de Caracas Mi Convive en la eliminación de las grietas y pintura de la cancha.
Roberto Patiño, fundador de Caracas Mi Convive, agregó que Jhonderwing Zambrano, jugador de baloncesto, coordinador deportivo y especialista en intervenciones de espacios de la ONG, aportó sus conocimientos no solo para tapar las grietas, sino para hacer una cancha artística. El concepto une al deporte con el arte y le da sentido de pertenencia .
Esto para mí es un ejemplo de la Venezuela posible, donde nos reencontremos con la posibilidad de soñar de poder crecer y tener lo mejor para los jóvenes”.
En la cancha predominan el color azul, en varios tonos; el rosado; verde y amarillo. Además de los nombres de los entes involucrados en su rehabilitación, tiene cuatro palabras: convivencia, respeto, trabajo y servicio. La rehabilitación beneficiará a más de 600 estudiantes del liceo, así como a los niños y jóvenes de las 1200 familias que viven alrededor de la comunidad.
Roger Córdoba, de 18 años, exalumno del liceo, dijo que los deportistas y personal de la institución diseñarán una propuesta para el uso del espacio deportivo.