El burnout (o síndrome de desgaste en inglés) no es una condición exclusiva del área laboral, ya que todo aquel que ejerza un rol de cuidador o de responsable de otra persona puede padecerlo, de allí que la UPLA seleccionó este tema como hilo conductor de la Jornada de Bienestar Psicológico de este año.
Sobre la importancia de enseñarles a los líderes comunitarios sobre bienestar psicológico y autocuidado, Mariana Luengo, coordinadora del Área de Proyectos y Relaciones Institucionales de la UPLA, comentó:
Los líderes comunitarios, docentes, organizaciones y los ciudadanos tienen ahora más responsabilidades que nunca, porque hay muchas funciones que corresponden al Estado que no están siendo abordadas, cumplidas, y mayores responsabilidades recaen sobre los líderes.
Luengo recordó que en la encuesta PsicoData, que fue presentada este año, hay un apartado que hablaba de “altos niveles de desconfianza entre las personas y poca probabilidad de asistir a instituciones para buscar ayuda”.
“La gente está buscando apoyo en su círculo cercano y, muchas veces, esa responsabilidad recae en estos líderes comunitarios que trabajan con mucha gente, que escuchan problemas y que buscan siempre resolverlos. Entonces, están cargados de responsabilidades en un trabajo que de por sí ya era estresante”, explicó la coordinadora del Área de Proyectos de la UPLA.
Teniendo en cuenta esta situación de desgaste emocional, la UPLA preparó una charla de una hora y media donde los especialistas explicaron conceptos como bienestar, autocuidado, burnout y herramientas para reconocer cuando están padeciendo el síndrome de desgaste, cómo evitarlo y cómo empezar a establecer límites entre el trabajo y la vida personal.
Cómo identificar los síntomas
“El síndrome de burnout nos habla de un agotamiento y un desgaste. Hay unos síntomas cognitivos como dificultad para concentrarse, dificultad para tomar decisiones, fallas en la memoria, porque es como decir que el sistema está sobrecargado. Hay síntomas emocionales de mucha irritabilidad y labilidad emocional”, precisó Mariana Luengo.
La especialista detalló sentimientos como que “estoy bien y, de repente, estoy mal, no aguanto las ganas de llorar o me pongo muy agresivo”.
Entre los síntomas físicos están los dolores de cabeza, dolores musculares o gastrointestinales.
Tras la charla, los líderes comunitarios se reunieron en pequeñas mesas de trabajo, coordinadas por los psicólogos de la UPLA, para abordar los casos individualmente.
Estas mesas de trabajo tuvieron el objetivo de explorar más a fondo la experiencia personal de los participantes en torno al burnout y cómo este síndrome impacta en sus vidas por el peso de fungir como cuidadores o responsables de otros.
Karlenett Fonseca, una de las líderes comunitarias participantes, calificó esta jornada de bienestar y autocuidado como “extraordinaria y muy oportuna”. Resaltó que “el autocuidado tiene que ser algo fundamental para todas las personas, no solo para líderes comunitarios”.
Además, Fonseca señaló que le gustaron “las actividades en las que salieron muchas cosas a flote, necesarias para concientizar esos conceptos que debemos llevar a la práctica diariamente”.
Por su parte, Yolicet Aguilar, otra de las asistentes al evento, expresó que “ojalá muchas personas pudieran recibir este taller y llevarse tantas herramientas y aprender que, cuando cuidamos a otras personas, necesitamos también tiempo para cuidarnos nosotros”.
Aguilar también manifestó que el aprendizaje que más se llevó de esta sesión fue “aprender a poner límites cuando estamos cansados, parar un tiempo y retomar después”.
Por último, Mariana Luengo aconseja, para evitar el burnout, preguntarnos constantemente cómo estamos. “El llamado es a buscar estas actividades de autocuidado, que tienen que ver con marcar los límites entre mi trabajo, mi rol, mi horario, dónde trabajo, hasta qué hora, cuáles son mis responsabilidades; hay que marcar ese límite y cumplir. Luego, fuera del trabajo, buscar espacios para mí”.
Entre las sugerencias para “desconectarse”, Luengo menciona cocinar en casa escuchando música, bailar, hacer ejercicios físicos y compartir tiempo con personas importantes para nosotros. Además, mantener rutinas en los horarios de las comidas y del sueño.
Desde la Extensión Social de la UCAB reconocemos que el trabajo que hacen nuestros líderes comunitarios no es una labor fácil, por lo que seguimos generando espacios de conversación sobre temas para mejorar tanto su estado físico como mental.
♦ Texto y fotografías: José Gregorio Bello