Entusiastas, participativos y risueños lucieron los participantes de “Finanzas Plateadas”, una iniciativa de la Escuela de Administración y Contaduría de la Universidad Católica Andrés Bello que se ha puesto como misión contribuir a que los adultos mayores generen un plan financiero a largo plazo para reinventar sus finanzas personales.
En cada edición de Finanzas Plateadas se dan cita una veintena de personas, entre 55 y 85 años de edad, quienes se reúnen para identificar el origen de sus ingresos, aprender a gastar su dinero de forma estratégica e idear una propuesta que les ayude a multiplicar sus ganancias.
Ahorro, inversión, ingresos, egresos y toma de decisiones son los cinco pilares en que se basa esta iniciativa, que desde diciembre de 2022 comanda la profesora Verónica Neto, coordinadora de Responsabilidad Social Universitaria y del Voluntariado de la Escuela de Administración y Contaduría, quien afirmó que esta modalidad de formación nació a partir de un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, el cual invita a incluir a las personas de la tercera edad en la maquinaria económica de las naciones.
Sobre las clases impartidas, Neto explica que la estructura de Finanzas Plateadas consiste en tres sesiones fundamentales: “durante la primera sesión, los participantes juegan Monopolio y van aprendiendo los conceptos de invertir, gastar, ahorrar y tomar decisiones; en la segunda sesión, vamos más al área personal. Discutimos cuáles son los ingresos de cada uno de los participantes y ellos hacen un balance entre el dinero que entra y el dinero que sale; y en la última sesión generan su plan financiero teniendo en cuenta sus propias fortalezas, sus habilidades y sus ingresos y piensan en con qué otras formas pueden reinventarse para sostenerse en el tiempo y en la economía del país”.
Además de las clases sobre finanzas personales, los adultos mayores reciben herramientas para su inclusión en el sistema financiero y social de su comunidad y para fomentar en ellos un espíritu de resiliencia. Sobre este aspecto, Neto indicó que “el proyecto permite, primero, formar y reeducar en temas financieros y, segundo, brindarles a los adultos mayores la opción de que pueden seguir siendo útiles a la sociedad y pueden, con sus capacidades, mejorar su calidad de vida”.
Sobre el impacto de la iniciativa, Aisa Elena Rivas, coordinadora del Club Caritas Feliz del Adulto Mayor de la Parroquia La Vega, expresó: “la actividad nos enseñó el valor de nuestros ingresos, así sean pocos, y también nos ayudó a entender que la realidad económica de Venezuela es también una realidad mundial y, si queremos cambiar un poquito el paradigma, tenemos que hacer cosas diferentes y este taller nos motivó para saber que podemos lograrlo”.
En referencia a la labor que hace la UCAB con las comunidades, Rivas calificó este proyecto de “excelente” ya que “es un proyecto incluyente porque no importa la edad, clase social, política o religiosa para formar parte de las actividades”.
Yanetzi Mendoza, vecina de la Parroquia La Vega, resaltó que “la labor de la UCAB es muy bonita porque hace sentir útiles a las personas mayores y siempre los incluyen en las actividades”. Ambas resaltaron que lo más les gustó sobre lo que aprendieron fue aprender a ahorrar y que no hay límite de edad para aprender.
Por su parte, Marinel Pérez, estudiante de Contaduría Pública, destacó que el grupo asistente a las sesiones de Finanzas Plateadas se mostró muy atento a los contenidos impartidos. Además resaltó que este tipo de iniciativas estén dentro de su formación ya que los hace reflexionar sobre su entorno y su comunidad.
Pedro Saggiomo, estudiante de Administración de Empresas, señaló que ser parte de Finanzas Plateadas es “una experiencia gratificante que me nutre mucho día a día, ya que al hacer este tipo de actividades salimos de nuestra zona de confort enseñándoles cosas a los adultos mayores puedan utilizar en su día”.
Desde la Extensión Social de la UCAB seguimos apoyando iniciativas que promuevan la formación de la comunidad aledaña al campus universitario ya que confiamos en que una transformación social es posible.
♦ Texto y fotografías: José Gregorio Bello