La cuarentena y el aislamiento social, producto de la pandemia, han sido muy difíciles para la gente, en especial a nivel emocional. Las personas estaban acostumbradas a realizar sus labores diarias con total normalidad y ahora han tenido que cambiar sus hábitos y  estilo de vida, sustituyendo las oficinas y los salones por un espacio en sus hogares para reinventar la ejecución de sus actividades.

En Venezuela, la situación ha generado aún más incertidumbre en la población, que no solo ha tenido que luchar contra la COVID-19 sino que, a consecuencia de la crisis humanitaria compleja, también viene padeciendo el alto precio de  alimentos y medicinas, la falta de servicios públicos, la criminalización de la protesta, el duelo migratorio y la desinformación que genera angustia, ansiedad y miedo.

En tiempo de pandemia, es vital que los ciudadanos permanezcan conectados, a través de medios seguros, para mantener vivo el tejido de acompañamiento y asesoramiento que contribuya a mitigar el dolor y la angustia.

Ante las dificultades del contacto cara a cara, una opción de apoyo es la divulgación de materiales para la lectura, la ejercitación y el discernimiento, los cuales pueden favorecer el  crecimiento psicoemocional y espiritual, y ayudar a sobrellevar de manera exitosa este inesperado proceso de cambio al que los seres humanos se han visto sometidos.

Partiendo por esto, la Red de Acción Social de la Iglesia (RASI) lanzó la campaña “Cultivando la Esperanza en casa”,  la cual tiene como objetivo fortalecer el bienestar psicoemocional, espiritual y social de la población, a través de contenidos que contribuyan con la toma de conciencia sobre la realidad actual y ofrezcan herramientas para mejorar la vida personal, familiar y comunitaria, durante la cuarentena y de cara a la pospandemia.

La iniciativa, desarrollada por el Grupo Social CESAP, la Fundación Centro Gumilla y la UCAB, se basa en la difusión de mensajes en radio, páginas web y en las redes sociales de las organizaciones aliadas a la RASI, con consejos prácticos y actividades de fácil realización en los hogares, enfocados en cuatro áreas temáticas:

Responsabilidad personal y social ante la pandemia (COVID-19).

Reconociendo mis emociones y su impacto ¿Cómo sacarle mayor provecho?

Espiritualidad y sentido de vida en tiempos de pandemia.

Reinventar la cotidianidad. Retos y desafíos.

Con esta campaña, la Red de Acción Social de la Iglesia busca propiciar un espacio de discernimiento, para conectar a los venezolanos con el sentido de la vida y una mayor plenitud, aun en medio de las dificultades.

(Ver también: Unidad de Psicología de la UCAB lanza micros radiales sobre salud mental)

La RASI es un conglomerado que agrupa a 14 obras sociales de la Iglesia católica que trabajan en alianza con la Conferencia Episcopal Venezolana, y está integrada por AVEC (Asociación Venezolana de Educación Católica), AVESSOC (Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana), Cáritas Venezuela, Centro Gumilla, CNL (Consejo Nacional de Laicos), CONVER (Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas), Grupo Social CESAP, Fe y Alegría, Hogar Virgen de Los Dolores, Movimiento Juvenil Huellas, OSCASI (Organización Social Católica San Ignacio), Pastoral Juvenil, Servicio Jesuita para Refugiados y UCAB (Universidad Católica Andrés Bello).

Texto: Yerelyn Rudas / Red de Acción Social de la Iglesia. Publicado en El Ucabista