Alumnos de escuelas aledañas disfrutaron las actividades recreativas que se realizaron en el campus para reconocer el compromiso y buen desempeño que tuvieron los pequeños en sus clases, pese a los obstáculos de la pandemia y la educación a distancia
El sábado 17 de julio, más de 20 de niños de la comunidad de La Vega -una de las parroquias con las que trabaja la Extensión Social de la UCAB- visitaron el campus de Montalbán, en compañía de varios de sus docentes y representantes, para disfrutar de la agenda que prepararon en conjunto la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias, Teatro UCAB y la Fundación Medatia.
Cumpliendo las respectivas medidas de bioseguridad, la jornada comenzó a las 9:00 am, en la sala de teatro Virginia Aponte, con la presentación de la obra Acalapiyeima, un encuentro con los pemones. Duilia Díaz, directora del montaje, explicó que la pieza se basa en la leyenda pemón de Acalapiyeima sobre el origen de la vejez y la muerte.
“Esta era la obra infantil que se iba a estrenar en 2020. Comenzamos a montarla en enero de ese año, pero paramos por la pandemia. Este año logramos seguir con los ensayos y felizmente coincidimos con la Dirección de Proyección y Relaciones para estrenarla con este grupo de niños de La Vega”.
Fernando Toro, coordinador de Programas y Proyectos Sociales para la comunidad de La Vega desde la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias, explicó que con esta iniciativa buscan reconocer el esfuerzo de los pequeños en sus actividades escolares y felicitarlos por mantenerse activos en la modalidad virtual.
“Los niños se alegraron solo con el verdor de los jardines de la universidad. Por supuesto, se emocionaron mucho más al ver a los actores con el vestuario colorido (plumas y penachos) característico de una etnia indígena”.
Una vez finalizada la presentación, los muchachos participaron en otras actividades recreativas, en torno a la leyenda de Acalapiyeima, guiados por los miembros del elenco de la obra, quienes forman parte de Teatro UCAB y la Fundación Medatia, cuya misión es convertir el teatro en una herramienta educativa para abordar temas como la violencia, la convivencia y el desarrollo, según se expone en la página Vida UCAB.
“Durante todo el año escolar 20-21 realizamos actividades con los niños y adolescentes en la comunidad de La Vega. Fue un trabajo difícil por el contexto de la pandemia y la violencia, tanto para los docentes como para los estudiantes, pero nos unimos a los grupos de WhatsApp que ya existían en las diferentes escuelas y desde allí abordamos diferentes iniciativas con el fin de mantener nuestro alcance dentro de la comunidad”, expuso el coordinador de Programas y Proyectos Sociales.
Uno de los obstáculos de la educación a distancia es la supervisión de las tareas, agregó Toro. “Algunos estudiantes no entregan las tareas y otros no las hacen ellos mismos”. Los niños que asistieron al encuentro del sábado, con edades comprendidas entre los 9 y 11 años, fueron seleccionados por sus profesores porque ellos mismos elaboraron y entregaron a tiempo las asignaciones del año escolar 2020-2021.
Suma de haberes para lograr los objetivos
La coordinación que dirige Fernando Toro trabaja con la red de colegios de Fe y Alegría, la Asociación Venezolana de Educación Católica y algunas escuelas públicas. Explicó que el rol de la extensión universitaria es vincularse con la comunidad para resolver situaciones en común que ameritan un apoyo especializado.
“Las fortalezas que tiene la universidad se suman a las de la comunidad para lograr objetivos en común. Por ejemplo, hemos brindado apoyo en las clases de informática, gracias a nuestros estudiantes de la Escuela de Ingeniería Informática que están en cumplimiento de la Ley de Servicio Comunitario”.
Toro agregó que no limitan sus actividades al ámbito académico, también se involucran en actividades socioculturales y la formación en valores fundamentales de la ciudadanía para reconstruir el tejido social, una de las líneas claves de la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias.
Algunas de estas actividades incluyen talleres de poesía, donde los participantes de la comunidad desarrollaron competencias para la escritura creativa así como la descripción poética de su entorno, así apuntan a un trabajo de identidad comunitaria. Igualmente, prepararon proyectos para reforzar medidas de bioseguridad. “Lo hacemos de tal manera que la población que los reciba no se sienta saturada con toda la información, sino segura de que recibirán algo pertinente a su situación, mientras aprenden y se divierten en el proceso”.
Confesó que la pandemia los ha obligado a asumir nuevos retos, como replantearse las intervenciones comunitarias a distancia, para mantener y afianzar el vínculo con la comunidad. “Para nosotros, como Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias, es importante que la comunidad sepa que estamos en las buenas y en las malas acompañándolos y buscando alternativas para el desarrollo en común”.
De cara al próximo período de clases, Toro asegura que el mayor reto es identificar exactamente cuáles son las necesidades de la comunidad y articularlas con la universidad para lograr intervenciones comunitarias que den respuestas pertinentes hacia la comunidad.
♦Texto: Keyla Brando | Fotos: Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias UCAB, y Manuel Sardá.